¿Qué pasaría si los robots pudieran construir sus propios cuerpos según sea necesario? Investigadores del Instituto de Tecnología de la Universidad de Tartu han desarrollado un sistema innovador donde los robots generan herramientas, puentes y estructuras sobre la marcha, utilizando fibras poliméricas hiladas en el lugar. Este concepto revolucionario permite a los robots adaptarse a su entorno de manera dinámica, superando las limitaciones de los diseños convencionales.
En este estudio, los investigadores presentaron un enfoque en el que los robots pueden crear estructuras temporales y caminos de movimiento al hilar una solución polimérica directamente en el sitio. Demostraron esta capacidad con ejemplos prácticos: un agarre ad hoc para manipular objetos delicados y un puente diseñado para cruzar escombros y terrenos irregulares.
A diferencia de los grandes modelos lingüísticos, que pueden adaptar sus respuestas pero permanecen físicamente inmóviles, la mayoría de los robots están diseñados para tareas específicas o siguen un enfoque rígido y universal. Sin embargo, esta investigación explora una posibilidad diferente: robots que construyen las estructuras que necesitan en tiempo real . Al extruir una solución polimérica caliente que se solidifica en finas fibras, estos robots pueden moldear sus cuerpos según las demandas del entorno, fusionándose con su contexto y trascendiendo las limitaciones de los diseños tradicionales.
Pruebas que Demuestran su Adaptabilidad
En una serie de experimentos, el equipo demostró la versatilidad de este sistema. En una prueba, el robot hiló una red flexible de fibras sobre un campo de escombros, creando un puente que funcionó igualmente bien sobre vidrios afilados o plumas de ave suaves. En otra, fabricó una especie de “extremidad” fibrosa para recuperar con cuidado una flor frágil, mostrando una destreza que va más allá de las formas prediseñadas de los robots convencionales.
Las redes hiladas se adhirieron y anclaron a casi cualquier superficie, independientemente de su forma, material o textura. Al igual que las telarañas naturales, estas estructuras utilizaron tanto la adhesión física como el entrelazamiento mecánico para mantenerse en su lugar.
En los experimentos, la red se ancló de manera segura incluso en superficies difíciles, como Teflón, una esponja empapada en aceite y una hoja de planta cerosa. Aprovechando las propiedades autoensamblantes de las fibras poliméricas —similares a la seda utilizada por las arañas en la naturaleza—, el equipo ha creado un sistema que se construye a sí mismo en respuesta a entornos impredecibles. Esto amplía enormemente las posibilidades de la robótica en misiones de rescate y redefine cómo las máquinas interactúan con su entorno.
Reformando el Entorno en Lugar de Adaptarse a Él
Más allá de simplemente adaptarse a su entorno, estos robots tienen la capacidad de transformarlo activamente. Desde misiones de búsqueda y rescate hasta la construcción adaptativa, esta tecnología desafía el pensamiento industrial convencional. En lugar de diseñar sistemas rígidos que obligan al entorno a ajustarse, este enfoque permite que las máquinas crezcan y evolucionen en tiempo real.
Este avance representa una fusión entre la inspiración biológica y la robótica, abriendo el camino para máquinas que no son solo herramientas estáticas, sino sistemas dinámicos capaces de reconfigurar tanto su función como su forma.
Referencia:
Marie Vihmar et al, Silk-inspired in situ web spinning for situated robots , npj Robotics (2025). DOI: 10.1038/s44182-025-00019-2